El vidrio nos permite diseñar una fachada ventilada con un material semi-reflectante.
Coloreado o serigrafiado, podemos jugar con diferentes tonos para aportar una óptima transmisión luminosa y un buen reflejo de imagen y siempre con un material de una absorción nula y una planimetría casi perfecta.
El sistema se basa en la colocación de ménsulas en la pared, que sustentan la perfilería vertical aplomada. A esta última se ancla la perfilería horizontal sobre la que se cuelgan los anclajes que sujetan los pernos pasantes al vidrio.
Consta de unos angulares anclados a la pared, a los que se les coloca una perfilería vertical perfectamente aplomada. A esta última se le ancla una perfilería horizontal, que sustentarán unas grapas atornilladas al vidrio por su parte posterior.
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